lunes, 18 de junio de 2018

EL “ABUELITO”


Iluminaba a su rostro,
el resplandor de la alegría,
recibiendo tiernas caricias
por los cuentos que narraba.

Solía sentarse
en el “hall” de la “vieja casa”,
bajo la amable sombra
del árbol frondoso
sembrado por su amada.

-¡Me alegra hasta el tuétano!
Decía orgulloso
viendo reunidos a sus hijos,
nietos y bisnietos.
¡Cuánta alegría hubiera sentido!
Viendo al retoño
que lleva su nombre...

Con el pequeño peine peinaba
los blancos rizos
que aún le quedaban.
¡No, no me quedé con su bastón!
Reliquia paternal.
¡Cómo separarle sin razón,
de su amigo leal!
Lo puse en el “cajón”,
en la “otra vida”
le ayudará.

En este frío invierno
en qué la lluvia de su recuerdo,
moja el árbol de su ausencia;
al compás de sus gotas,
toca la triste melodía,
y la cruda nostalgia
me recuerda al ABUELITO,
a mi PADRE
con alegría.

Delfín Giraldo V. -Perú-

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