CORTÉS

Me aferro a mis viejos ideales,
a ceder el paso en los portales
lo que no atañe a mi poco juicio
si te contemplo, con el rabillo
de mis ojos en tus solares
en lascivo recorrido.

Para soñar el jugo de tus frutales
y calmar la sed que me compartes
con mi cumplido apetito
en esa boca, que es mi delito
aunque ella me robe las frases
cuando adormece mis sentidos.

No soy gentil, ni caballero
cuando te desnudo de tus celos,
o recobro los besos que me robaste
junto a mis pocas mocedades
en un infructuoso duelo
ya que nunca pude ganarte.

Aún me miras en silencio
temiendo que seas solo un juego
y yo me río, compungido
entre palpitantes suspiros
que te hacen fruncir el ceño,
pero..., ¿nunca has comprendido
que...,
antes de lanzar los dados al cielo
yo...,
ya estaba perdido?...,
¿no comprendes que te quiero?

Luis Maria Saiz Laso