CAPRICHOS

En la escena de la vida,
entregas todas tus fuerzas
por tu descendencia,
formas con entereza.

Pero la gratitud es esquiva,
en tu estancia desolada.
Las sendas se llenan
de indiferencia y melancolía.

Los seres de la humanidad,
hemos perdido la gracia.
Sólo miramos con interés
de materialidad a nuestros ascendentes.

Que dura la vida,
que necia la amistad,
que frágil la gracia
de la entrega por la familia chica.

La mirada esquivan,
por el maestro de su vida.
Por caprichos de la temporalidad.
¡Inhumana mirada!

Gracias a la vida,
por forjar la humildad
en mi alma traviesa
y armar de las migajas
de la sombra la espacialidad.

La espacialidad de mi vida,
de las cenizas de la sombra,
formas una humanidad
comprensiva y alta en humildad.

Fernando Enrique Zárate Ángel -Colombia-