¿Ves este mi pálido rostro sonriente?
no es real, tras una careta escondido
hay otro, una triste mueca que miente,
y un corazón mortalmente herido.
¿Escuchas mi voz pausada y serena?
no es real, es grito agitado y doliente,
que a mi alma desgarra y cercena
como puñal clavado en mi mente.
Y así la vida, como en molino de viento
me estruja y transforma mis sueños
en pedazos de historias sin tiempo
sin estrellas, infancia ni besos.
Pero yo...
Me muevo, camino, airosa y altiva,
el peso de mi miedo más profundo
no me detiene ni me hace cautiva,
el dolor ignoro... no me confundo
Soy navío solitario en mares encrespados
me mantengo a flote entre la negra bruma,
ni angustias presentes, ni amores pasados
lograrán hundir mis deseos en la espuma.
Y en la campiña que baña el ardiente sol
aspiro su aroma y caliento mi alma,
olvido tristezas y vuelvo mil veces a ser yo
la mujer que aún cree, aún siente... y aún ama.
Isabel Domínguez Castro -México-
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