Crucificaron mi boca con palabras sin sentido.
Instalaron en mis ojos su ceguera intermitente.
Taladraron mis oídos con agujas de silencio,
y encima, querían hacerme pensar
-ilusos tiranos de ideas monocromasque
lo hacían por mí.
Agustín Pérez González (Sevilla)
Publicado en la revista Aldaba 31
No hay comentarios:
Publicar un comentario