¿POR QUÉ ESCRIBIR POESÍA?

Muchas personas querrán manifestar sus pensamientos y sentimientos para plasmar en sentido literario y embellecer las expresiones; sin embargo, no lo hacen por no tener el sentido poético versado. Entonces reinician y empiezan a leer grandes obras literarias de ilustres autores y a repasar las reglas gramaticales.

En cierto día vislumbrando el horizonte y ocaso rojizo, pensé escribir en sentido figurado y poético, utilizando las herramientas gramaticales del español y exornarlo con galas versales, para sorpresa cogí una pluma, no pude hacerlo, no tenía la hilación, la concordancia ni el sentido poético de las frases, se esfumó el entusiasmo y la depresión creció desmedidamente.

A posteriori, tuve que reiniciar nuevamente a releer la Gramática y Ortografía, entre otros, y sigo en ese sendero de aprender mejor el idioma español, con la finalidad de verter los sentimientos sumergidos en mi alma, que están silenciosos, enfundados de dulzuras.

¿Por qué escribir poesía?, es la satisfacción plena de forjar, dibujar y cincelar las emociones e ilusiones, en versos y prosas, darle matices rítmicas, que las rimas destellen con esplendor. Es darle vida al alma, mediante los versos románticos, es renacer la esperanza atiborrada de fascinación, es modo vivendis que eleva de satisfacción plena al alma.

Escribir es iluminar el alma de pasajes destellantes de amor, de centelleos de luz primorosa, de avizorar un mundo, lleno de encanto majestuoso, un Universo pleno de alegría y una vida colmada de dulzura y lindura. Es embeleso en un enjambre de preciosidades y generosidades de la vida.

Plasmar versos románticos, es entregar corolas versales que reflejen el alma enamorada y decir a los vientos el inmenso afecto que se siente al vivir enamorado, que vibren las ilusiones y que dancen las alegrías.

Expresar los sentimientos es barnizar y exornar el Universo de fascinaciones y anhelos, es detallar con regocijo y modestia, pero, con elegancia fina y pulcra de escribir, pasajes versales muy hermosos, que encandilen al lector y se sumerja jubilosamente para vivir con nutrida emotividad.

Julio C. Portella M. -Perú-