domingo, 25 de diciembre de 2016

ORFANDAD


 A François Silvestre de Alencar

Perder un padre
es perder un imán.
Pero tú no eres
de los que se repliegan,
aunque te lancen
látigos feroces.
Perder un padre
es nacer dos veces
saludando ausencias
con las manos
escondidas.
Pero tú no eres
comedor de tristezas:
maduras
en plena niñez
y sigues inocente
en tu edad madura.
Perder un padre
es perder
una luz que no tiene
principio ni fin.

Alfredo Pérez Alencart -Perú/España-
Publicado en la revista Oriflama 29

No hay comentarios:

Publicar un comentario