Palpo gotitas de rocío matinal bañando mis pies menesterosos
recorro en solitario meditando el espacio de otrora
remembro mi niñez llena de esperanzas rotas
las huellas de mis pasos trazados gimen.
Al repasar aquellos días, una efímera paz me embarga
el tiempo desmañado se asoma a la inocencia
al sentir lejano, mi primer beso
y a los ojos ilusos que me anhelaban.
Pienso en mi lozanía la que quedó inopinada de pasión
adelanté la época, algo en mi vientre latió
así dejé pasar mis juegos de niña usual, ¡me vi mujer!
mi era se marchó, apurando la cosecha del ser.
Más aún conservo en mi inconsciencia esa niñez
sellando un pasado sin cambios abruptos
aferrándome a la vida que espero fructífera
añorando danzar libre por praderas
y reír sólo reír a la amargura
buscando con ilusión un poco de amor.
El amor que tal vez encontré
en este paisaje pleno de solaz
éste que acaricia mi avanzar
el que me invita a soñar en el ayer.
Mientras continuo mi rumbo en solitario juego
me veo con trenzas y albos vestidos
de pronto escucho una voz que me llama,
es el fruto de mi vientre que ha crecido
él me busca, corro y lo mimo.
Del libro "Pasos de niña y poemas" de
Ariam Diesel
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