sábado, 3 de diciembre de 2016

BAJO EL CIELO DE BERLÍN


He visto a un perro – lobo
perdido por las calles.
Su roce inesperado
me convierte en piel imaginaria.

Aquel día al encontrarte abracé este delirio
de barrotes y camisas de fuerza,
ésta locura de duchas a presión
y pastillas bicolor.

Acepté esta vocación de quererte. Férreo
sentimiento que se agarra a la garganta
¿Cuál es el límite? podría preguntarte,
pero las respuestas huyen envueltas por el miedo.

En la plenitud del amor
celebramos nuestro encuentro
y tu sombra crece más y más
en los andenes.

Incluso tu cuerpo sabe a silencio,
y a ginebra,
y a esos territorios devastados
por la muerte.

Soy heredera de la melancolía,
de la soledad,  de los jazmines,
también de todo aquello que palpita por las tardes
bajo el cielo de Berlín.

Más tarde, la noche es un susurro,
y un soplo de viento llevará
mi imagen hacia  el frío,
hacía la escarcha.

Mª. Teresa Espasa
Publicado en Luz Cultural

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