lunes, 24 de octubre de 2016

BAJO UNA PARRA EL VERANO RECORRE LA ÓRBITA DE LAS ABEJAS


Las uvas ya logran ser también
el centro de gravedad de las abejas.
Son de una variedad dulce
con una delgada piel
de color verde
casi agua.

Un siglo o más hará que las trajeron
de las laderas del Piamonte.
Sólo semillas.

Y en mi boca, su sabor sigue
siendo el de la primera uva.

El racimo pesa con la densidad
de otras leyes de la física.
Va abriéndose paso
desde el futuro.
Se ilumina.

Es esa parte profunda, infantil,
que todavía espera,
colgada del vacío,
no caer.

Del libro "21 gramos" de Osvaldo Picardo -Argentina-

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