OSTRA

Amar con locura a alguien.
Sí,
y en planos paralelos, ¿clivajes?
Las ostras tienen perlas y el aburrimiento realza su brillo;
Ostra sin perla es ostra cerrada,
metida para adentro,
herida por el áspero mar.
Amores sin red
paralelogramos del temora las bocas
a los cuerpos a los roces
a las cavidades
al mundo huérfano de olivos
y aceitunas negras casi almibaradas
relucientes y sinuosas
como la perla aburrida que encierra
aquella ostra casi abierta
a las marcas en la piel.
Abrí la boca de golpe y tomé demasiada vida en una sola inhalación.
Me mareé,
sentí como un golpe a la mandíbula
caí grávido
y apareció la ostra
roja y abierta,
toda una línea de papilas sedosas
invitándome a acariciar
con ganas
bien fuertela orilla de sus recuerdos.

Conrado Yasenza
Publicado en la revista Molino Rojo y Fernet