La distancia hasta lo más alto es enorme, pero trepa y trepa por las espinosas ramas, sin mirar atrás, sin detenerse, anhelando el destino. Llega por fin, dolo-rido, exhausto, triunfante. Y se duerme.
Escrito en el Café de Ruiz / Barrio de Maravillas, Madrid, 25 de Junio, 2013.
José Carlos Castellanos Rabadán (España)
Publicado en Escribimos Los Libros de las Gaviotas
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