lunes, 28 de octubre de 2013

4 y 5

4

A ese ser como una casa, amé. Yo creía poco que habría como él alguien. Preveía poco su existencia. Y seguro que no allí, que no entonces. Allí era donde decidí estar, quedarme; entonces fue únicamente entonces, después nunca. Mientras, me estacionaba suave sobre el barro — ¿cuándo se dice decolar?—. Como yo lo amé cuando lo amé...

5

a) Dinamito el sistema de alarma.
b) Desafilo los cuchillos que sostienen mi carne.
c) Contrapunteo con cuerdas idiotas.
d) (...)

Del libro El ombligo oblongo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-

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