arranco la tristeza,
desprendo la pobreza,
con este verso sin sazón.
Aunque seré conservador
dentro de mi sin razón,
acusaré al listo ladrón,
en justa causa a mi favor.
El aparenta nobleza,
tan sagrada condición,
se le turba la cabeza.
Cuando lo tranco en prisión,
no le invade la tristeza,
a este amor timado y bribón.
ROLANDO BLANCO PASCUAL
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