TODO EN ESOS OJOS

Todo en tu mirada, en una mirada tuya
el prodigio del tiempo detener,
la rabia, la inocencia, la inquietud,
un destello, una lágrima, el saber,
picardía, un abismo y la virtud.
Todo en tu mirada, en una mirada tuya
el presagio de un desvanecer.

En tus ojos cerrados, en tu cerrado mirar
el martirio de la vida acelerar,
la calma, la indolencia y la quietud,
un recuerdo y un reproche que ignorar,
el plácido rostro de la gratitud.
En tus ojos cerrados, en tu cerrado mirar
el misterio tierno de soñar.

Pupilas de emociones desatadas,
párpados de ilusiones contenidas,
grilletes de mi alma embelesada,
rescate de mi agalla enloquecida.

Ojos ávidos, ojos tiernos, ojos leves tan serenos.
Ojos tenues como brisa, ojos amplios que acarician.
Ojos de abrazo que me envuelven, de labios que enmudecen.
Ojos que a veces miro, ojos que nacen de un suspiro.
Ojos que siempre admiro, ojos que suspiran lo vivido.
Ojos tristes porque sienten, ojos tristes cuando mienten.
Ojos llenos de hermosura, ojos llenos de amargura.
Ojos dueños de su hechizo, ojos presos de un destino.
Ojos que quiero mirar aunque duela contemplar.
Ojos de un eterno instante, ojos de mi vuelo vacilante.
Ojos de un fulgor doliente, ojos de mi amor valiente.

Todo en esos ojos, en tus ojos, en los ojos tuyos.

Gustavo González -Valladolid-