viernes, 30 de agosto de 2013

INTERRUPCIÓN DE DOS MUNDOS

Casi en el mismo sitio.
Idéntico el mismo punto.
La misma escalera.
Yo subiendo y ella bajando.
Allí en el mismo punto.
Escaleras entre cuarto y quinto
Escaleras que dan al último piso.
Al ático donde vive ella.
Se movió hace poco.

Movió todo con ella.
Cambio la gente del edificio.
Han cambiado.
Las cosas ya no son iguales.
Existe vida nueva y belleza.
Trajo cambio y novedad.
Trajo vida distinta.

Ya hay más luz en el edificio.
Existe la risa y la fiesta.
Parece plaza en el día del santo.
Más adornada y con más brillo.
¿Tanto cambio habido?
Los retirados ya trastornados.

Ya nada quedo igual.
Ya salen fuera y charlan del tiempo.
Ya tienen la escusa de comprar el diario.
Les importa un poco el mundo.
Ya toman parte del conflicto.
Toman parte del hambre del mundo.
Ella ha sido la causa.
Activó la juventud escondida.
Provocó la vida que sigue dentro.
Vida oculta atrás los años.
Vida tímida e insegura.

La esbelta atleta en el ático.
Cambio todo en seguida.

Hasta hay más luz en los corredores.
Los pasillitos están más limpios.
Todos ya tienen más cosas.
Han comprado cosas nuevas.
Han comprado perfumes y cremas.
Gafas de sol y ver de lejos.

Se han convertido más sensibles.
Ya hay luz en las esquinas.
Las escaleras mejor alumbradas
Los viejos ya visten cosas nuevas.
Visten de colores con vida.
Ya todos salen afeitados.
Menos amargados y con risa.
Ya no cuentan historias de guerra.
No hablan de socialistas y rojos.
Los hijos que están fuera.
Ya no hablan tanto del nieto.
Se han liberado un poco de las memorias.

¿Algo habrá pasado?
Ya tienen un espirito nuevo.
Intentan andar rectos.
No usan bastones.
Los hombres ya salen solos.
Salen con camisas finas de colores
Usan hasta perfume cara.
Perfume francesa extranjera.
¿Que extraño que le usen?
Hay una jovencita en el ático.

Ya gastan más dinero
Y tienen algo nuevo en mente.
Hay por fin una novedad.
Mujercita sola en el ático.
Jovencita y atleta y guapa
Combina todo.
Ágil y atleta y guapa.
Encima siempre con sonrisa.
Siempre cantando en bajo
Ya el ático es distinto.
Todos buscando escusa de mirar arriba.
Ir acercando poco a poco.
Ya sienten serviciales y más fuertes.

Viene siempre saltando las escaleras.
Siempre corriendo hacia arriba.
Ya no salen acompañados.
Los hombres no salen apoyados.
Las escaleras ya brillan.
Las del quinto piso con más brillo.
Las paredes ya no tienen manchas.

Todos salen ya temprano.
Ya tienen una jovencita atleta.
Trajo sus cosas.

Todo el mundo sabe su horario.
Llegada y salida.
Era el edificio de los viejos.
Los que siempre andan quejando.
Los que esperen la caída.
Esperan el fin de una escalera.
Pero allí en el ático.
Al final de la escalera.
Vino a vivir una jovencita.
Atleta y sabe competir de maravilla.
Ya ganó premios y tiene medillas.
Ya sube las escaleras corriendo.
Ya tienen todas unas esperanzas.
Aliento de vida.
Posibilidad de ver una fibra estrecha.
Un muslo contraído.
Una pupila joven contraída.

Yo estaba de invitado.
Aquel tiempo era joven adulto.
Una visita, misión humanitaria.
Estaba de visita.
Un familiar ya mayorcito.
Quise estar un tiempo.
Solo un mes quizá un poco más.
La conocí de forma fortuita.
Yo cargando con cosas
Subiendo casi sin aliento.
Pare en las escaleras cuarto piso.
Tomar el aliento.
Descansar un segundo.
Paso ella como relámpago.
Paro un segundo mirando con sospecha.
Yo admirando su figura.
Ella mirando con sospecha.
¿Como preguntando?
¿Que hago en el medio?
Me pareció ser obstáculo.
Estar en medio realmente
¿Medio de qué?
Tenía el derecho de subir la escalera.
Derecho a llegar al cuarto piso
“Cuando te marchas” preguntando todos.
Ya definitamente no es mi sitio.
Sensación de estar en el medio.
Parece que les agobio.
Todos querían que me marchara.
Hasta ella con la mirada.

¿Quizá estoy en el medio de dos mundos?
¿Quizá el edificio no me corresponde?
¿Quizá las escaleras no son las adecuadas?
¿Quizá soy un intruso?
¿Quizá interrumpo dos mundos?

KARLOS BARBARA SALVALOBOS -Pamplona-

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