lunes, 26 de agosto de 2013

PAGODAS II

Yukio Mishima ingresó en el pabellón dorado,
buscando la huella del samurai perdido.

Yukio Mishima solía decir, que añoraba el pasado porque amaba el futuro.
Él sabía, o al menos presentía, que esa huella,
lo llevaría hasta la barba misma de las tradiciones más puras,
que su gente –dolorosamente- había olvidado.

Yukio Mishima comprendía, o se esforzaba por imaginar,
que con esa búsqueda, su pueblo, recobraría la felicidad.

Yukio Mishima –ahora el poeta Yukio Mishima- ingresó en el pabellón dorado, buscando la huella del samurai perdido
y encontró la rebelión y se hundió en harakiri.

HUGO TOSCADARAY -Argentina-
Publicado en la revista Gaceta Virtual 76

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