Rompiendo los hielos invernales
amanece esplendorosa primavera
con garbo de señora, que a mi vera
pasea orgullosa entre trigales.
Las brisas con cadencia y armonía
acarician con primor las amapolas
como baño mareado por las olas
componiendo una hermosa melodía.
Trina alegre en el zarzal un ruiseñor
acompasando un precioso atardecer
y la fuerza de sus notas al crecer
magnifican sus gorjeos de tenor.
El alma del poeta se serena
escuchando con amor la melodía
que regala con sus trinos, día a día
secando le los males y la pena.
José Salas
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