miércoles, 29 de mayo de 2013

A LA SOMBRA DE UNA ROSA.

Sé que no te has ido.
Estás justo allá...
A la sombra de la rosa.
Una rosa dual...
blanca y roja.

Roja como tu pasión.
Blanca como tu ausencia.

Los pétalos se marchitan tal cual...
Como se marchita tu existir.

Ya no esperas un mañana...
No recuerdas un ayer...
El hoy se te hace eterno, vacío, incoloro, insalubre.
Las huellas en tu memoria no están.
Tu corazón palpita sigiloso, la respiración se aquieta.

Te preguntas:

¿A quien representa esta rosa?

La rosa te adivina y te responde:

A ti.

Ausente distante de los andares del romance.
Anda, ve, te regalaré unas cien mil horas.
Mas...

Déjame, yo soy la rosa.

Corre tras la musa de tus ensueños.
Ella espera por ti, aun cuando espinas tiene...
Sabrá avivar tu sed por el existir.
Ve bajo su sombra de pasión, ternura y lujuria.
Despierta viejo roble, abre los brazos para el encuentro.
Saborea ese almíbar de los años nuevos, esos que están a la espera.

Tómala, báilala bajo la lluvia...
Cántale una canción bajo la luna...

¿En la aurora?

Un fogón de leña a arder.
Fuerte aroma a café.
Un canto de paraula.

Y...

En la cama de praderas verdes y floridas...
En la tierra mojada con sabor a brisa...
El rió que corre sin prisa...

Fundirte a ella...
La que te espero por tantas lunas a la sombra de esta misma rosa.

Nures Amer -Ciudad Bolívar-

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