Tu ausencia cabe en una lágrima,
una gota de agua informal
precedida
de tantas sonrisas entre vos y yo.
Y sin vos el reloj es inverso;
el grito de la revolución es un sonido, iluso,
dónde caben mis manos después
de cruzar tus ríos,
a qué sed le daré tu ausencia como agua,
¡Ay el agua de tu boca para mi sed!
que se va, que se ha ido,
a dónde me abrazo sin vos.
Duele tu ausencia,
y ahí no hay gritos, no cabe una lágrima
y sin vos estoy como esperando nada,
ver llegar el autobús
que no me lleva a casa,
salir por la puerta trasera sin avisos
ni letreros, ni voces que te ovacionen,
mayormente la soledad crece
cuando en aquel camino
el paso de nuestros pies reían juntos
y ahora voy sin vos
y ahora no es ahora sino un mañana
que no quería,
y tus alas paloma bendita: a dónde han ido
a dónde han volado,
por favor no me faltes...
David Pacas -El Salvador-
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