Voy recogiendo con mis manos
remedos de besos, que en lasitud los labios
se negaron a ofrendarlos y con olvido…
ocultarse en los dientes de nácar de tu boca
Recorrí los jardines de los sueños
Asida con fuertes brisas de esperanza.
Deshoje margaritas como un mantra
cantando himnos de amor a la vida
Supere nostalgias. Con hidalguía desafíe al destino
Provoque a la pasión con desatinos.
Me desnude de llantos, me vestí de alegorías
Quise ahogarme en el pantano y sus algas
Te llame, no hubo quien contestara
Y con el delirio que da el desierto en el alma
confundí el latido del corazón
como si tocaras mi cuerpo con febriles manos
llenas de placer, de suplicas y de añoranzas.
Infinito es el dolor del que ama
y no le corresponden.
Arde la pasión con el fuego del deseo,
No se mitiga el ansia febril del que espera.
Pero es fuerte la intrepidez del que sueña
Y no sucumbe…
Trazara coordenadas en el cielo…
Y con denuedo, conquistara al ser que ama
Así te amo yo, y te conquistare,
porque el Amor vence al destino
cuando en opúsculo del misterio
trata ocultarte con huellas de sombras
Lesbia Gómez
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