Ayer me visitó Tiresias,
estaba ciego,
como están los hombres cuando nacen.
No me habló del futuro
ni predijo tampoco mi tragedia,
no mencionó a Edipo
ni recordó la suerte de Ulises.
Me vio con su mirada ciega
y se puso a llorar como si fuera un niño.
MÓNICA JOSEFINA SUÁREZ ROMERO -México-
Publicado en la revista La Alcazaba
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