lunes, 21 de enero de 2013

EN MAR DE LENTITUD


Desnuda junto a mí… Reloj de arena,
tiéndete en la mesita, que tus granos
reposen en quietud, sin la incesante
caída de minutos. Este abrazo
requiere tiempo inmóvil;
quede cada reloj descoyuntado.
Tantas palabras en reposo yacen
que anhelan despertarse entre los labios,
con el nuevo regusto del momento;
temblorosa la piel reclama el tacto;
y en ambos vértices de tibios muslos
proyectos hay de acoplamientos ávidos.
Descolgué ya el teléfono,
y el timbre del portal desconectado,
no existe otra vivienda,
ni otra pareja en estos aledaños,
ni lanzarán los bronces
su clamoreo desde el campanario.
Solos tú y yo en la alcoba,
con nuestros propios truenos y relámpagos.
Tan solos, tan abiertos, tan perennes,
y tan compenetrados.
Entenderás la voz de mi silencio
que tan íntimamente te está hablando,
y has de leer detrás de mis palabras
cada mensaje diáfano
tallado en la fachada de mi espíritu,
que a nadie he desvelado.

Esto requiere tiempo, mucho tiempo,
por eso en mar de lentitud nadamos.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

No hay comentarios:

Publicar un comentario