Cierras tus ojos míos y en silencio, piensa que soy yo todo lo que miras, desde dentro,
que tus manos te descubran extrañándome en otras manos, inventando caricias, pensando en mi piel...
que tu verso hoy, te sorprenda huérfano sin mi nombre y que sólo sumes historias en tinta.
Que en nuestro páramo, al filo de batallas otro carmín, sea mentira.
no dices mucho, pero sientes hondo
y en abundancias solo versos, que nacen del alma.
sueñan tus ojos míos,
sueñan mis ojos tuyos,
amor de piel y vitrales blancos
como testigos al alba.
Diana Portillo -El Salvador-
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