Según cuenta una antigua leyenda,
una pareja se amó tanto en vida
que antes de que Dios les llamase
frente a la misma playa donde nace
esa unión jurada frente al gran océano,
y sellada con un corazón sobre la arena
junto a las dulces rosas como testigos
de ese romance puro de sus corazones,
como de sus sentimientos entrelazados
con la palabra amor escrita en el centro
de ese corazón creado por los dos,
para demostrar a su Dios su amor
entregado a la misma naturaleza .
Así cumplieron esta unión jurada
por toda sus vidas como humanos
retornando en cada verano los dos
a sellar cada año esa unión de amor,
en la misma playa que les ha unido
dejando siempre un corazón marcado
en las mismas arenas cerca del mar
justo antes de que llegue la noche,
cuando la luz de la dulce Luna
llevase hasta las estrellas su mensaje
de amor total hasta el mismo cielo,
que les ha visto cumplir su juramento
frente a Dios quien desde el cielo
les observaba muy emocionado .
Esta dulce pareja de amantes
deseaban poder retornar siempre
una vez que Dios les venga a buscar
para sumarse a los ángeles del cielo,
donde ya muy ancianos fueron llegando
uno a uno acorde a sus edades
hasta lograr ese milagro poder llegar
a la entrevista personal con su Dios,
para pedirles un favor muy especial
de otorgarles una nueva oportunidad
para que después de llegar al cielo,
poder continuar volviendo cada verano
a la misma playa que les ha unido
desde su inicio del amor en juventud.
¡Fue así que cuando Dios al escucharles
les dice con gran alegría que ya ellos!
Han sido elegidos para reencarnarse
en nobles palomas de amor eterno,
y que desde ese mismo instante
como en cada uno de esos veranos
cuando como humanos ellos cumplían
en forma sagrada ese juramento de amor,
para sellar frente a él su compromiso
de amarse como lo habían hecho,
hasta sus momentos finales como humanos
se les concedería su deseo tal cual ellos
lo habían solicitado desde sus sentimientos.
Y así según cuenta la leyenda ,
cada verano en una playa del litoral
siempre se logran ver dos palomas
cerca de un corazón dibujado en la arena,
con la palabra amor en su interior
muy cerca de bellas rosas que adornan
el entorno cerca de dichas palomas,
quienes mientras ese Sol se va apagando
para anunciar a la bella Luna que nace
junto a las hermosas estrellas iluminadas,
quienes son fieles testigos de esta unión
cuando dichas palomas se unen otra vez
como jurando su amor eterno ante Dios.
Claudio Kruger Ahues -Chile-
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