Podría intentar la muerte anularme los sentidos. Ser la tumba de mis huesos, de mi alma y los delirios. Ser la causa de mis penas. De mis anhelos perdidos. ¡Podría ser! Pero la esperanza es un brillo que me lleva contigo.
Podría castigar la vida mis errores y mis heridas. Ser la condena más larga que no espera y olvida. Ser lágrima infinita de una triste partida. ¡Podría ser! Pero tu vida es el brillo que me perdona y alivia. Podría caminar sin miedos en tenebrosas tinieblas. Olvidando el desprecio, la soledad, la humillación, el enojo. Deteniéndome en tus sueños, en tus manos y en tus ojos.
Podrían mis pies descalzos pisar espinas y piedras. Pero hay una luz que brilla y sin dudarlo me arrojo. Y porque tu sangre y mi sangre pintan un corazón más rojo. ¡Mi vida descansa en el brillo de tus ojos!
Eduardo N. Romero -Argentina-
miércoles, 25 de abril de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario