A Nuestro Padre Jesús
le rezo a solas y le pido,
por toda la gente sana
que va sembrando delirio;
por la calle La Amargura
el Cristo me da su abrigo.
Sigue la gente, descalza
se va clavando los chinos,
en las calles empedradas
le van donando suspiros;
que Nuestro Padre Jesús
ya escucha lo que le digo.
Como todos los devotos
de este barrio ayamontino,
se precian, Señor, se precian
de los dones de su Cristo;
el hombre más silencioso
sigue invicto su camino.
¡Dame la luz de los cielos!...
¡Dame la paz, como amigo,
te entregaré el corazón
por los senderos, perdido;
yo voy buscando la gloria
igual que busco el cobijo!
El alma de los poestas
la llevas tú, y a presidio,
te llevaron los malvados
por el Monte "Los Olivos"
dejaste tú aquellas penas
que se convierten en lirios.
JERÓNIMO DORADO -Ayamonte-
DE FACEBOOK - 6187 - UN POCO MÁS ARRIBA DE LA PICOTA
Hace 10 horas
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