El misterio de los cuerpos es
como una danza de dedos en la piel.
Como el llanto de un niño besando a la nada.
Como la verruga de un ojo inquieto en la cima de una autovía.
Como la anestesia de una barca volcada.
Como la pedrería de un cuchillo de sal.
Como escalones en el atardecer de los regalos.
Como una fosa en la garganta de los tiempos.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ-Mérida-
Revista poética Azahar, nº 133
Hace 7 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario