La décima con las notas
de patrióticos laúdes
fue un himno de multitudes
y de acérrimos patriotas.
Supo de machetes, botas,
del fuego tras la ceniza
y al contemplar la sonrisa
de la palma entre cadenas,
con octosílabas venas
hinchó la sangre mambisa.
Osvaldo Díaz Ávila (El Príncipe Palaceño) -Los Palacios, 1964-
Publicado en Cantos a La Palma Real
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