He retrasado el reloj una hora
aún arriesgándome a tus broncas
para contemplar tu sueño
pues solo tengo ese momento
en que te miro sin ropa
y te acaricio en mis recuerdos.
Te despiertas, ¿se te hace tarde?,
y te vistes sin mirarme,
ahora tienes el café ardiendo...
toda la ropa por el suelo,
yo no puedo dejar de contemplarte
y a la vez te tengo miedo.
Destella en tus ojos de sable
una sentencia que me hace culpable
y sospechas que me estoy riendo
porque está despeinado tu pelo,
porque intento fastidiarte,
¿o quizá, porque no lo intento?.
Y comienzo a desnudarme
sin siquiera querer ayudarte,
lo hago en pretérito indefinido
que expresa así su cariño
cuando comienzo a insinuarme
por debajo de tu abrigo
que quiere... y no quiere enseñarme
un amanecer de mis caprichos
y... antes de que me dispares
te recuerdo, que hoy es domingo.
Luis Maria Saiz Laso
No hay comentarios:
Publicar un comentario