El ladrón de la memoria
penetró tan silencioso
robando toda la historia
abriendo en la paz un foso.
Dejando calles desiertas,
aire con sabor a luto,
y cerradas muchas puertas
a dios se lo discuto.
La guerra tengo perdida,
el tiempo no se detiene
a la pena no hay salida
y no hay nada que lo frene.
No sé como remediarlo
y no hay paños calientes
para el dolor aliviarlo
tan solo apretar los dientes.
Carlos Puchelar.
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