miércoles, 13 de junio de 2018

SACADME DE MÍ


SACADME DE MÍ,
de esta escombrera donde amontono recuerdos,
de mi deber debido a todos los vicios,
de esta seducción que me ata y esclaviza
como una mala condena por perder el buen juicio.
Sacadme de mí,
de los crueles navajazos que me endiña el reloj,
de mi no tener ganas de tenerlas,
del dolor que produzco a quien se me arrima,
de mi leal rendición ante todo lo que sea joderla.
Sacadme de mí,
del yo en que me he convertido
que ya está harto del dolor sembrado en su camino,
de las lágrimas que sin querer he provocado,
de las verdades que me agrian sangre y vino.
¡Sacadme!... ¡Por favor!
de mis palabras con la soga al cuello,
de los silencios que me secuestran en mi zulo,
de mi consumo desmedido de versos y hastíos,
de despertar sabiendo que ahí está la vida…
¡Otra vez dando por culo!…

Francisco Tomás Barriento Eusebio -Campofrío-

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