Ojos de pilluelas solitarias de dos muchachitas
atónitas que sorprendí cuando nos miraban;
y cuchicheaban en aquel parquecillo
solitario junto a la facultad de derecho,
donde tú estudiabas hace más de veinte años...
Todavía cuando voy a esperarte
mi querida doctora en derecho;
quizás un poco atontado de saliva y arena,
me trae estos inocentes recuerdos...
Cuando nos revolcábamos los dos
medio desnudos... felices como animales...
tu recuerdo de aquellos días es gracioso,
con qué reconcentrada intensidad de símbolos...
¡Cuántos gratos recuerdos de la primera
experiencia de amor correspondido!,
compartido y disfrutado por los dos...
Algunas veces me pregunto como sería
la vida sin ti... yo en unos brazos y tú
en otros que no fueran los míos...
No sé si aquellas locas cotillas,
que ya serán mujeres, seguirán
expiando a las parejitas
por los parques solitarios;
Así te recuerdo en mis tardes
de soledad y estío...
RAFAEL CHACÓN MARTEL
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