sábado, 23 de junio de 2018

LA CIUDAD COLONIAL A ORILLAS DEL RÍO OSAMA


Miro cómo, desde este exilio dorado de concreto,
se extiende esta plaza con Colón en el centro;
como queda la ciudad colonial a nuestras plantas,
desde aquí partían los mercaderes rumbo a España
y los barcos negreros rumbo a África,

a traer sus bodegas repletas de esclavos
para arrimarle a los patrones mano de obra barata;
mira el humo en aquella azotea,
el resplandor del sol en los tinacos
y aquellas sucias casitas de lata y palma a orillas del osama.

Mira las palomas en la plaza reclamando cuatro migajas,
pájaros entre salvajes y domésticos, como ablandan las alas;
encabritadas garras del taino intentando
como un águila llegar hasta Diego Colón;
no sé con qué intenciones... si las de derribarlo
del pedestal o, humildemente besar sus plantas...

Huele la lluvia, mira como de la tierra asciende
el pesado olor del protoplasma junto a las cenizas
y a la basura que arrastra a su paso el río Osama;
Mira como las lluvias construyeron los albañales
de los aledaños y las casitas de latas y palmas
junto a la orilla del Osama, donde mal-viven
los desheredados de este inhóspito sistema:
Casi con la misma pinta que tenían
los esclavos... sus antepasados... para ellos
desgraciadamente el tiempo no ha pasado...

RAFAEL CHACÓN MARTEL  

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