jueves, 14 de junio de 2018

EN LAS LLAMAS DE UNA MADRUGADA


Fue tu sonrisa ingenua, el baile
de tus labios lejanos, el coqueteo
de tus manos jugando con el viento,
el caminar de tu silueta cortejando,
ese arte tuyo de provocar con tan
solo mirarme, de amarrarme a tus
encantos liberando mis deseos.

Fue tu casual palabra, llevaba
escondido fuego entre su
inocencia, cayó como chispa
en mi piel reseca y hambrienta,
de tu boca salían vientos avivando
el incendio, mis manos quemaban
de ganas, mis labios desesperaban
por pasearse en el contorno de tus
veredas, hasta llegar a la cima
de tu huerto pretendido.

Fue tu beso tranquilo, el dulce
sabor de tus labios, tu aliento
cálido con aroma de años,
tu suspiros intentando esconder
los deseos, el roce de tu cuerpo
intangible en mi pensamiento,
tus caricias alborotadas en las
manos, el cautivo placer desatado
en tu silencio, el anzuelo sin carnada
logrando el grito del delirio en las
llamas de una madrugada.

¿Fue erotismo disfrazado de inocencia, o
inocencia aprendiendo vestirse de erotismo?
Al final... solo sabemos lo que fue
y lo que fuimos, almas fundidas en un solo delirio.

Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-

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