CONSEGUÍ ARRIESGARME

Conseguí arriesgarme, y besándola intensamente, me interpuse ante el brillante como ardiente sol que irradiaban sus labios.
Luego... entregué el frío vacío de mis manos, a las cálidas y suaves formas de aquellas sinuosas nubes de sus pechos.
Más, el cambio de temperatura del clima de sus deseos, oscureció el escenario que hasta ahí percibía, pudiera darse luces claras de negaciones en su voluntad.
Los relámpagos de sus interesadas pupilas, junto a los repetidos truenos que emitía su agitada voz, presagiaban el evento que la naturaleza de su cuerpo, con generosidad podía brindarme.
Sí... comenzó a llover de menos a más, en el privado cielo de su bajo vientre.

ERNESTO ESCOBAR MOREIRA -ECUADOR-