Nuestras almas
sincronizadas,
saciadas de amor
se encuentran.
Se elevan a nuevos
mundos, conectándose
con lo sublime.
Cada noche me esperas
para fundir nuestros
cuerpos en una sola alma.
Tu magia me transforma,
eres un divino ser angelical.
Contigo no temo a las alturas,
porque me has enseñado
a volar.
Y el Universo es testigo
de lo eterno e infinito
de este amor.
Las estrellas brillan
aún más cuando encendida
está la llama de nuestro amor.
Y hemos construido una
mansión Celestial;
refugio que nos invita
a soñar en las profundidades
de lo divino.
Y cuando quiero conectarme
contigo amor; solo cierro
los ojos y tu presencia
me invade.
Y mi alma reclama tu existencia
envuelta de ternura.
Y este amor ya estaba dado
y me abro a recibirlo por
derecho divino.
Antes de llegar a este mundo
terrenal, tú me esperabas
porque ése fue al acuerdo
que tuvimos. Aún a sabiendas
que en el mundo Celestial
los segundos eran años
aquí en este mundo terrenal,
pero el compromiso
quedo hecho.
Y cuando me encontraste,
me reconociste al instante,
solo bastó observar mis ojos,
para conectarte con mi alma.
F. Janeth Elizarraraz O.
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