viernes, 8 de junio de 2018

AÑOS FUGACES


De aquellos años fugaces,
entre fracasados romances,
rebeldes ideales,
comportamientos volátiles
y
juvenil ebriedad...
me quedaron cicatrices en el alma
y
en el cuerpo,
además de la enseñanza
de nunca arar en el mar;
como buen agricultor,
aprendí a disfrutar cada día,
enamorado de la vida,
utilizando la nostalgia
para irrigar mi ventura
y
capotear el dolor;
navegando en mis gratos recuerdos,
atrapando arreboles en cada puesta del sol,
embriagado de belleza sin depender del licor.
Atrás quedaron los momentos de rumba.
desengaño
y
mucho alcohol;
que me mantenían delirante
y
alejado de la razón,
apresado en las redes del odio,
la venganza
y
el rencor.
Ahora con mis versos,
soy alero
y
también oasis,
a donde acuden los trashumantes de la vida
y
los desprovistos del amor;
con mis poemas soy la flor de la esperanza
y
a la vez...
el látigo fustigador.

Gerardo Carrascal Santiago -Colombia-

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