Le digo adiós a la verdad relativa
Aquella que mal nombramos mentira
Que se disfraza en la entidad de recuerdos ajenos y aparece cuando no se logran las dobles intenciones
Mis maquiavélicas manos no respetan tiempo ni espacio
Pues están cimentadas en ideas que muy pocos entienden y por consiguiente desconfían
Condenadas para escribir todo aquello que me hace ruido y no me deja morir en paz
No existo para complacer caprichos ni sostener murallas
Mucho menos para dar explicaciones de mi parecer o de la personalidad que percibe cada individuo en su micro mundo frustrado y sometido
Suficiente tengo con ser un hombre sin filtros, porque la autenticidad al igual que la perfección no existen
Dejaré de gritar en silencio,
...de callar a gritos,
...de buscar mover conciencias
...con pobres expectativas
Mi mente está cansada de decir todo aquello que oídos sordos se niegan a aceptar
No estoy aquí para ser bien recibido,
Solo déjenme vivir
Y vivan como mejor les plazca
Abraham Méndez -México-
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