¿Donde vamos sin cerebro?
se ahoga la verdad en el silencio,
en las mentiras con que nos callan
o en problemas que no importan nada,
nadie sabe, que han hecho...
pero, por si acaso...
...apartamos la mirada.
¿Y Dios?... ¿si es Dios?...
...¡que canalla?
por aquellos que se creen sus palabras
inventadas por algún usurero
que no sabría ganarse un sueldo
¿a quien le importa lo que pasa?...
Dios vive en un palacio de hielo.
¡Cómo desprecio mi raza!
tan distinta y tan humana,
infelices que piensan que piensan
y tienen... pero no tienen cabeza,
tan solo somos una plaga...
que ha contaminado la tierra,
somos suicidas sin alma.
Es el amor, que exuda la materia
las cadenas que nos condenan,
el único deseo que nos ata,
somos multitudes solitarias
a las que, el diablo, libera...
quizá, su intención, es buena
si termina con tantas plegarias,
...cuando venga a barrer esta casa
si de humanidad... la libera
y Natura, vuelve a ser sabia.
Luis Maria Saiz Laso
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