En el viento de tu boca,
navega la sombra de la niebla.
No tuvo vigilia el sueño
y, me perdí desvelada
buscando la aurora.
Te abrazo en silencio.
Sólo habla mi cuerpo
reclamando tus besos
los míos, recorren tu cuerpo
buscando la aurora.
¡Ay! de nuevo tu boca…
Tu cuerpo impetuoso,
mi piel de lunas olvidada;
mezcolanza de deseos del alma
buscando la aurora.
¡Ay! mi boca de raza…,
El olor a romero te llama
y, los montes rosáceos
que habitan en mi alma
buscaban la aurora.
¡Ay¡ de nuevo tu boca…,
Rebusco sobre la almohada,
me seduce tu ausencia
volando sobre tu alero de sombras.
Aquí sigo… buscando tu aurora.
Juana Campos Cortés
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