Aquellos brillos de rayos de luna
reflejados sobre la plata ¡La mar!
eran una bella trova de amor
al igual que ver el brillo de tus ojos emanar.
Siempre fuiste tan especial
una dama entre blancos vestidos mañaneros
enamorabas solo con tu mirada
entre susurros siempre contabas
que tu secreto era una pequeña casilla
en la que decía "Deseo de un gentil galán".
Siempre dije que parecías una chica
nacida del pincel de Sorolla,
cualquier mañana, descalza,
sobre la luz de la playa.
Galán en forma de trovador,
poeta que te escribe cantos de amor,
amor que es pura dulzura
amor casi paternal.
Aquí, sentado sobre la duna
veo tus sueños cabalgar
"Deseo de un gentil galán"
que te haga galopar en felicidad.
Jóvenes amantes se besan
el trovador canta su amar
entre brillos de ojos y de mar
¡El mundo vuelve a empezar!
Francisco Javier Díaz Aguilera.
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