Hay lágrimas de sol en cada herida
cose el aire su surco,
enseñanzas escritas con la sangre
protegida su pulpa.
Curtido cuero, pálida cicatriz,
inventario cerrado,
calma, disueltos puntos de sutura,
un ábaco es la piel.
MARÍA JOSÉ COLLADO ROMERO -Sevilla-
Publicado en Luz Cultural
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