“Tener mujer ya quiero”
Dijo el varón de edad temprana,
Por un gozar me desespero,
Vale más que sea hoy y no mañana.
- “Padre, allá en el fundo tengo mi huambra
Aguas abajo en la quebrada,
Por ella estoy boga que boga
Todas las tardes en mi canoa”.
“Decidido estoy, casarme quiero,
Dormir es lindo en compañía,
Entrar ansioso a su mosquitero
Y vivir de amor de noche y día.
En este tiempo de la creciente
Mi corazón se ha puesto inquieto,
Mi pensamiento no está presente,
Juro, de veras, que no te miento”.
- “Hijo querido, espera un poco,
No te apresures, ni seas loco,
Pues, en la vida muy tierno eres
Crecer te falta, ni barba tienes.
Cuando aparezca, sí, te prometo
Tu barba y bigotes de hombre completo
En dos veranos te haré casar
Y entonces sí podrás gozar
Con tu morena de la quebrada
Y se hará así tu ilusión soñada”.
- “Quince años tengo, falta mi barba
Con la sharuta me va crecer;
Aunque sé bien que aquello tarda
No me impedirá tener mujer”.
El viejo invierno se fue apurado
Y el tiempo corre como el venado
Niño despierto volvió el verano
Y está feliz el joven barbado.
- “¡Ah!, padre mío contento estoy,
Creció mi barba cual monte espeso
Y quiero que me digas hoy
Si casarme puedo con quien merezco”.
- “Hoy sí te casas bravo varón
Que tanto insistes tu pretensión,
Tendrás tu choza allá en la loma
Y víveres todos para que comas”.
Todo es gozar durante un mes
Bebiendo el néctar de florecilla,
Hay dicha plena, ningún revés,
Gracias al cielo y a la barbilla.
De tanto amar y sin trabajar
El alimento vino a faltar,
Sufriendo de hambre ya el haragán
Volvió a su padre a pedirle pan.
- “Padre, ya la fariña se acabó
Con qué podré comer pirón,
Tapioca, maíz, arroz, frejol
todo en un mes se consumió.
Vengo a pedirte por esta vez
Que también me ayudes en este mes
Para que no me veas así sufrir
Y seguir gozando de amor, feliz”.
- “No hijo mío, no es como piensas,
Yo ya no puedo darte más nada,
Lo que te di fue una despensa
Para que hicieras chacra en la cañada.
Cuando se casan hombre y mujer
Los dos se esfuerzan para tener,
No en la vida todo es gozar,
Para subsistir hay que trabajar”.
Volvió el varón a su cabaña
Y la pareja de hambre sufrían
Solo en las noches de amor gozaban
Y durante el día languidecían.
El haragán nunca trabajaba
Y frotando su barba se lamentaba:
“¡barbita, barbita, para qué creciste!
¡Para pasar noches felices y los días tristes!”
Armando Rebatta Parra -Perú-
No hay comentarios:
Publicar un comentario