miércoles, 1 de junio de 2016

AL CONOCERTE


Vi tu cuerpo varonil
aquella noche estrellada,
las estrellas, deslumbradas,
se enamoraban de ti.
Vi tus ojos como el mar
y la luna desde el cielo
 me dijo en un parpadear:
¡Ámalo, que yo no puedo!
Vi tu cálida sonrisa
 endulzando aquel instante
y muy celosa la brisa
te quiso abrazar, vibrante.
Vi tu alma y me quedé
cautiva en ella de hinojos,
ante su luz me asombré...

¡Era más bella que tus ojos!

Blanca Segarra
Publicado en Pensamiento poético

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