Cortejar, requebrar,
Amar con vehemencia,
Esto es –adamar-.
Cortejar- requiebro y galanteo,
te asisto y te acompaño en tus deseos.
requebrar, me quiebro en fragmentos más pequeños,
lisonjas y alabanzas salen de tus labios,
adulación que susurras…
En aparente manifestación de epifanía,
corpiños, refajos y sombreros,
en pira candente sufrirán en el fuego,
cenizas ocres, corales muertos.
En este cortejo-requiebro,
cotejar y comparar a lo presente,
con reverencia y vehemencia arremeten
usurpa el demonio el camino saliente.
El celador vigila- lo que ya no tiene suerte-
transitar centenario- ya impotente-
farolillos en ventana en –noches ausentes-
flamas, llamas que ya apenas duelen.
En mis ojos bochorno,
sin brío, sin espíritu ni gentileza,
en sus orbitas –cuencas-
incrustaciones los laceran –dolor y pena-.
Corazón rebosa – en su escasa despensa-
llegaron los malos tiempos –vacía se encuentra-
ya no necesita nevera,
en la intemperancia de la vida –no tiempla-.
Intentos de moderar –de no quiebra-
son tantos los propósitos que – pocos quedan-
entre los designios de la vida –se aglomeran-
imposible resurgir de lo que ya no queda…
LOLA WIZNER
lunes, 12 de agosto de 2013
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