viernes, 13 de julio de 2012

QUERIDA ABUELA


Querida abuela,
¿Cómo estás? Por aquí está todo muy bien. No tienes que preocuparte porque me cuidan mucho, aunque me falta lo más importante, tu compañía.
Desde que dejé mi ciudad me pregunto qué día será aquel en el que no me dé tiempo de despedirme de ti. Es lo que llevo peor desde que dejé mi casa.
Mi casa se desvanece en mi memoría mientras cuento los días que faltan para regresar. Recuerdo que la última vez que estuve en ella, todo parecía distinto. El salón más pequeño, la tele más grande, la cama más cómoda. En fin, como si hubiera vuelto a un pasado que no recordaba, que había olvidado. Sin embargo, cuento las horas para hacer de ese futuro que anhelo un presente eterno.
No puedo dejar de contarte que aquí soy muy feliz. En este lugar de la tierra tan apartado de mi casa he aprendido a ser independiente y valorar las cosas que tengo y las que perdí. A veces, pienso que es extraño el hecho de que para alimentar un amor haya que sacrificar tantas otras cosas, sobre todo privarme de mis otros amores: mi familia, mis amigos, mi trabajo, mi ciudad...
Nunca antes de abandonar el nido había pensado que la vida, no la rutina, es igual en todos los rincones de la tierra.
-"Somos eslabones de una misma cadena" -me dijiste en una ocasión. En aquel momento, entendí que todos vivimos antes o después las mismas historias. Cada uno le da más importancia a una cosa que a otras, más valor a una virtud que a otras, más contravalores a unos vicios que a otros y más libertad a unas personas que a otras.
Y me pregunto si es ético el hecho de coaccionar externamente a otras personas hasta el punto de privarlas de libertad de acción. La libertad no es otra cosa que poder elegir. Eligir sin ser coaccionado exterior o interiormente. Lo que más me sorprende es que una persona pueda negarse la libertad a sí misma solo por miedo, ignorancia, pereza o vergüenza. La libertad te da autonomía y la autonomía te da felicidad.
Sabes que siempre he querido tenerlo todo, conocerlo todo, descubrir mi temperamento y llenarlo de virtudes para crearme una personalidad fuerte que me posibilite alcanzar mis proyectos de vida.
He aprendido que es imposible tenerlo todo. Es imposible ser feliz del todo, te quedas a medias. Pero sé que la otra mitad me espera a cada vuelta que doy, a cada llamada de teléfono, a cada carta, a cada poema.
Abuela, ¿Qué da forma a nuestras vidas? ¿Nuestros errores? Tal vez si nunca nos desviáramos del rumbo fijado, del eslabón que nos encadena a otros, no encontraríamos nuestro verdadero camino. Quizás, esto haga que las personas entren y salgan de nuestras vidas, pero es un consuelo saber que aquellas que realmente nos importan, a las que amamos, por las que daríamos todo y haríamos todo por su felicidad, siempre vivirán en nuestros corazones y si tenemos suerte a un vuelo de distancia.
Me enseñaste una vez que la victoria no es ganar un partido en una competición u obtener los mejores resultados en un examen trimestral. La victoria, me explicaste, no se mide por triunfos sino por lo que sientes en tu corazón.
Hoy me siento bien y sé que gracias a personas como tú los valores más importantes siguen existiendo hoy en la tierra.
Espérame.
Tu nieta

Publicado por MARÍA JOSÉ BERBEIRA RUBIO (Castelldefels) en su blog dondehabiteelolvido-airama

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