Vengo a darte con todo por polenta
viejo gomía que el ñorica emparda.
Qué importa que la vida sea una parda
y la suerte le deba alguna cuenta.
Bobina como sos no te empavura
el que usa la gualén como matraca.
A la cuenta’e tu mano, cuando atraca
se manca un fato limpio: tu ternura.
No me digás, hermano, que es fulero,
si bato que tu cuore es un brasero
que alivia el ofri azul del que tirita.
Calavera fichao del año uno
con vos se rompió el molde. ¡No hay ninguno!
Te lo bato de frente ¡así! Costita.
Del libro “La Musa Mistonga” de
Julián Centeya (Ediciones Freeland, Buenos Aires, 1964)
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