Cuando insomne la vida se me va
en un pasmo nocturno y estrellado
pienso, medito, leo, contemplo la energía.
Mi frente se deshace en los colores
del arco iris: verde, violeta, anaranjado
mis pétalos se abren, ruedan
se dilatan. Miles de ondas
pueblan la estancia en ese maremagnum
de vida, de horquilla hacia otros mundos;
desconocidas alas planean lo inconsciente,
se abre la montaña, se incorpora
a la noche, su lava cataluces.
Todo relampaguea, se frutece.
Y en ese acontecer
rostros desconocidos se nos hacen visibles,
nos van abriendo paso
y llegamos al último escalón.
Isabel Díez Serrano. España
Publicado en la revista Oriflama 17
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