Saliste corriendo del portal, no antes de que él se hubiera marchado. No podías volver a casa, no con aquel aspecto. Tu madre no te entendería, no te ayudaría. Ella solo pensaba en aquel hombre que tú no conocías. Aquel hombre que nunca os dio una explicación. Canela, tu madre,te abandonó,nunca te hablaba, nunca te buscaba, tuviste que arreglártelas sola.
Bajo la lluvia, decidiste ir a ver al Padre Damián. Bajo secreto de confesión y con el rostro oculto sería más fácil de contar. Además, el Padre Damián no podría decirle nada a nadie.
El Padre Damián sintió que alguien esperaba al otro lado del confesionario.
-¿En qué puedo ayudarle?
Celeste sollozaba.
-Hija, ¿Qué te ocurre?
-Padre, un chico acaba de violarme.
-¿Estás segura? -preguntó el cura.
-¿Cómo? -dijo ella sorprendida.
-¿Estás segura de que ha sido una violación?
-Padre, yo no quería.
-Hija, a veces nos equivocamos. ¿Has hecho algo para llamar su atención? ¿Lo has tentado?
-No, llovía y yo solo quería llegar a casa. Él me obligó.
-¿Quién ha sido?
-Padre, tengo miedo. Me dijo que me...
-Tranquila, puedes contármelo. No puedo decir nada. El secreto de confesión, ya sabes...
-Ha sido Santiago, su sobrino.
-¿Santiago? Eso es imposible, es un chico ejemplar. Es obediente, ayuda a todos los que lo necesitan, saca buenas notas. No es posible. El otro día te vi paseando con él y no parecías disgustada.
-Padre, por favor, créame.
-Ya está, hija, ya está. Ve y reza tres oraciones. Luego olvídate de todo. Es lo mejor.
Celeste no encontró consuelo. Nadie la pudo ayudar. Siempre estuvo sola, solo ella.
Una vez en casa, se encontró con su madre borracha y como siempre cantando:
"Que se quede el infinito sin estrellas
o que pierda el ancho mar su inmensidad,
pero el negro de tus ojos que no muera
y el canela de tu piel se quede igual".
Publicado por
MARÍA JOSÉ BERBEIRA RUBIO (Castelldefels) en su blog dondehabiteelolvido-airama
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